Muerte
por bufanda
La madre de la danza moderna, Isadora Duncan, murió a causa de una bufanda que le encantaba usar. Escribió el New York Times en su obituario del 15 de septiembre de 1927: “El automóvil estaba yendo a toda velocidad cuando la bufanda de seda se enganchó en la rueda y arrastró con terrible fuerza a la señorita Duncan, precipitándola con violencia contra la calle. Fue arrastrada durante varios metros hasta que el chofer se detuvo, a causa de los gritos que venían de la calle. Se reclamó ayuda médica, pero quedó probado que se estranguló y murió instantáneamente”.
La madre de la danza moderna, Isadora Duncan, murió a causa de una bufanda que le encantaba usar. Escribió el New York Times en su obituario del 15 de septiembre de 1927: “El automóvil estaba yendo a toda velocidad cuando la bufanda de seda se enganchó en la rueda y arrastró con terrible fuerza a la señorita Duncan, precipitándola con violencia contra la calle. Fue arrastrada durante varios metros hasta que el chofer se detuvo, a causa de los gritos que venían de la calle. Se reclamó ayuda médica, pero quedó probado que se estranguló y murió instantáneamente”.
Muerte
por paraguas gigantescos
En 1991, los artistas Christo y Jean Claude construyeron una
instalación artística ambiental de cientos de gigantescos paraguas azules y
amarillos en California y Japón. Los paraguas gigantes, que medían cerca de 6
metros de alto y 9 de diámetro, se transformaron en una gran atracción
turística. Menos de dos meses después de que la instalación se abriese al
público, una mujer de 33 años llamada Lori Rae Keevil-Mathews viajó para ver
los paraguas en California. Una desafortunada ráfaga de viento arrancó uno de
los paraguas, que voló directamente hacia ella y la aplastó.
Christo inmediatamente ordenó que sacasen todos los paraguas. Los paraguas, sin embargo, se cobraron otra vida, esta vez en Japón. El operador de grúas Masaki Nakamura se electrocutó cuando su máquina tocó un cable de alta tensión de 65 mil voltios mientras desmantelaban los paraguas tal como Christo lo había ordenado.
Christo inmediatamente ordenó que sacasen todos los paraguas. Los paraguas, sin embargo, se cobraron otra vida, esta vez en Japón. El operador de grúas Masaki Nakamura se electrocutó cuando su máquina tocó un cable de alta tensión de 65 mil voltios mientras desmantelaban los paraguas tal como Christo lo había ordenado.
En 1991, una mujer tailandesa de 57 años llamada Yooket Paen estaba caminando por su granja cuando se resbaló en bosta de vaca, se agarró de un cable y se electrocutó hasta morir. Poco después de su funeral, su hermana Yooket les estaba mostrando a unos vecinos cómo había sido el accidente cuando ella también se resbaló, se agarró del mismo cable, y murió igual que su hermana.
Muerte en el baño
Hay muchos ejemplos de muertes en el baño, pero la de Elvis Presley (1935-1977) es la más famosa. El rey del rock’n’roll fue encontrado tirado en el piso del baño de su mansión de Graceland después de haber vomitado cuando estaba sentado en el inodoro. Los médicos atribuyeron su muerte a un ataque al corazón causado por su sobrepeso y por su adicción a las pastillas.
By:GINAVENEGAS @GINAVENEGAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario